martes, 18 de mayo de 2010

Shh!





SHhh!...


El reloj se detiene por un instante, creando una necesidad magnética que se apodera del ambiente.
La respiración se sostiene en el tiempo y la tensión apremia por sofocar la urgencia.

SHhh!...



Los párpados caen, para dejar al cuerpo que tome las riendas.
Mi piel se eriza al entrar en contacto con la tuya, por el estremecimiento electrificante que provoca tu cercanía y tu cálida presencia.
Mi olfato se agudiza y tu esencia me invade por completo aturdiendo mis sentidos.


SHhh!...

Mi corazón da un vuelco. 
Sin darme cuenta me quedo olvidada en el hipnótico movimiento de los compases de nuestros labios cuando comienza una conversación que transmite vehemencia en absoluto mutismo.
Lábiles bocados sin alimento intentan saciar el hambre voraz que provoca ese codiciado patrimonio que son tus besos cuando pasan días en los que no te tengo, escapando algunos alrededor del cuello.

SHhh!...

Me alejo en un juego pícaro de sonrisas y miradas.

Poniéndote a prueba.

Búscame.


SHhh!...

Aunque el tacto se quiebra dejando un lazo inconexo, no te haces rogar.

Me das caza.

Tus manos se entrometen para tomar posesión y atraerme hacia ti.
Tus dedos se entremezclan  suavemente con mi pelo, asiéndome con firmeza pero tiernamente para no dejarme escapar.


SHhh!...

El único sonido que cabe es algún gemido que se escapa entre el creciente deseo.

SHhh!...

No pares.

                     No quiero que se acabe.






2 y tu que me cuentas:

Hyku dijo...

Cuando gusta y es inesperado, da ganas de ignorar el reloj.

Besos callados

Gal dijo...

Hay ratos en los que preferiría que el tiempo se parase y en los que sinceramente me daría igual que se esfumase lo que hay alrededor.

besos silenciosos.